sábado, 5 de marzo de 2011

Siempre tú

Un café humeante, una estantería rebosante de fantasmas que necesitan salir de sus encierros en todos esos libros y un corazón, mi corazón, anhelante de tu llegada. Estos minutos se hacen eternos, no puedo evitarlo. Y pienso. Oigo como repiquetea la lluvia en mi cristal, como las gotas caen y caen sin cesar. Me alegro de que llueva. Hace que recuerde otros felices momentos que ya abandonaron el presente pero que continúan en mi interior, insaciables; la lluvia me ayuda a sacarlos de su escondrijo. Recuerdo una noche veraniega junto a una ligera brisa reconfortante; pensamos ir a un parque de niños y rememorar viejos tiempos. Una no vuelve a tener diez años todos los días. Carcajadas y sonrisas tímidas acechan a cada balanceo, mientras te miro y sé que disfrutas tanto como yo. Me dejo llevar por esta noche e intentó alcanzar las hojas de los árboles más cercanos cuando estaba en el punto más alto, sin éxito, como siempre quería cuando era una niña. Pero de pronto se paró. Fuiste tú. Estabas detrás abrazándome, tu barbilla apoyada en mi cuello.

- Quiero ser quien te traiga a estos parques todas las noches. Quiero ser tuyo. Te quiero, mi vida.

En ese instante, supe que tenía que hacer. Amarte. Con cada una de las letras y hasta que mi alma sucumba. Una promesa de niños adultos. Mientras tanto, interrumpen mi sueño. Alguien toca el timbre. Espero que al fin seas tú.

1 comentario:

  1. Joder.. que bonito... El principio me ha recordado tanto a lo que yo escribia antes.. veo que a las dos nos encanta la lluvia y el café :)
    Me gustaria conocerte y hablar contigo
    thetrueofwords@hotma..

    Es adorable y precioso lo que has escrito, espero que dentro de poco yo tambien espere a esa persona amada.

    pd: tienes un premio en mi blog

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